Review Hotel Dazzler Polo
Hotel Dazzler Polo de la cadena Wyndham
Todo lo que necesitas saber
Mi año 2019 comenzó de la mejor manera posible: viajando. Entre el 10 y el 13 de enero junto a Fran Norero de pasaportesindestino.net nos escapamos a Buenos Aires, la ciudad de la furia, con una sola convicción: descansar.
Ambas ya habíamos estado ahí y conocíamos lo esencial. Esta vez, queríamos disfrutar del tiempo libre y hacer que el turisteo fluyera. Una muy buena forma de viajar lento, por cierto. Incluso, me atreví a viajar sólo con bolso de mano esta vez ¡y resultó perfecto!
Ante este escenario, fuimos invitadas a conocer el hotel Dazzler Polo, de la cadena Wyndham. Está en pleno barrio de Palermo (Sinclair 2929) a cuadras de restaurantes, bares y lugares verdes, como el Ecoparque interactivo, y el Jardín Botánico Carlos Thays. Aun así, la distancia es considerablemente prudente como para no escuchar el bullicio de la noche.
Viajamos muy temprano en la mañana y llegamos cerca de las 8 de la mañana al hotel. Yo iba convencida de que haríamos check in, nos guardarían las mochilas y tendríamos que ir a caminar por ahí hasta las 2 de la tarde que es el horario en que normalmente los hoteles te abren las puertas a tu llegada después de haber limpiado tras la salida del huésped anterior. Pero no, sorpresa, nos llevaron directamente a nuestras habitaciones. Punto ganado, totalmente. Y no sólo eso, como viajamos de madrugada llegamos con un hambre voraz. Así que (muy fresco de nuestra parte) aprovechamos incluso de tomar desayuno. No nos dijeron nada. De hecho nos recibieron muy bien.
Recuerda que a cualquier parte que vayas, siempre es importante estar protegido. Compara y elige tu asistencia en viaje aquí.
Tras atragantarnos en mediaslunas (más abajo les cuento el detalle de los desayunos) nos encerramos a dormir. Era lo único que nuestro cuerpo pedía ahora.
Mi habitación era enorme. Con un sector de descanso con escritorio, sofá y un rincón con hervidor, té y café para usar de cortesía, más el minibar con varias bebidas y snacks por un cargo extra. Más allá, una cama queen perfectamente armada, un vestidor espacioso, caja fuerte, televisor, veladores con lámpara de noche y enchufes con diferentes entradas para no tener que recurrir a un adaptador. Segundo punto ganado.
¿Lo mejor? Ventanales enormes por toda la habitación que le daban una iluminación exquisita y un ambiente muy agradable. Me encantaba llegar, abrir todas las cortinas, encender el aire acondicionado, y echarme en la cama. Además, contaba con un pequeño balcón con pasto sintético que daba la sensación de no estar en plena ciudad. Tercer punto ganado para el Dazzler Polo.
**Mientras escribo esto, puse mi temas favoritos de Babasónicos… y qué ganas me dan de volver**
Bien, paso al desayuno porque se merece un párrafo completo, jaja. Y es que aparte de completo y rico, con lo típico que encuentras en la mayoría de los hoteles (fruta, panes, quesos, embutidos, huevos, “facturas” y pastelitos dulces, café, leche, jugos, yogur, cereales, etc) había detalles que no puedo dejar de mencionar. Primero, todo estaba perfectamente indicado. Me ha pasado en otros lugares que no logro identificar cuál termo tiene café y cuál agua, jaja. Segundo, cuentan con un par de rincones de comida sin gluten, lo que es un favor tremendo para los intolerantes o esas personas que deciden cuidar su dieta (yo no, pero es lindo el detalle). Tercero, reponían la comida hasta el último minuto, y antes de empezar a a cerrar el buffet, te avisaban para que fueras a sacar algo más si seguías con hambre. Otro punto ganado, pero este vale por dos.
**Consejo: no se vayan de un Dazzler sin probar las mediaslunas, jeje**
Por último les cuento sobre otros servicios del hotel que vi, pero no probé.
En el lobby cuentan con computadores de escritorio para los huéspedes y un sector con agua fresca y saborizada, para llenar tu botella antes de salir, o para tomar cuando llegas muerto de calor.
Arriba, en el último piso, tienen un pequeño gimnasio con máquinas, y el sector de la piscina está equipado con reposeras y toallas.
Además, por un cargo extra, puedes contratar servicios de spa y masajes, o pedir room service.
No puedo dejar de mencionar que siempre la atención fue excelente.
Estoy muy agradecida por la invitación porque gracias a las comodidades del Dazzler Polo pude hacer lo que quería hacer en Buenos Aires: darme las vacaciones descansadas que me merezco, jajaja.
**Aclaro que no me han pagado por este review, y todo lo escrito es en base a mi experiencia personal en los días mencionados al comienzo**
Si se animan, les dejo aquí la página web del hotel Dazzler Polo para que lo conozcan mejor. Y si van a mi cuenta de Instagram, en mis historias destacadas encuentran el “backstage” de todo el viaje.
¡Saludos, viajantes!
Muy buena información! Se nota que es un gran hotel. Lo tendré en mi lista de «posibles» cuando viaje a la capital del país vecino.
Gracias!
Gracias, Jorge.
Sí, es un buen hotel para tener en la lista 🙂
¡Saludos!