Ansiedad pre-viaje ¿a quién no le ha pasado?
Ansiedad pre viaje.. ¿a quién no le ha pasado?
Primero es lo primero: ¿qué dice la RAE que es la ansiedad?
Ansiedad:
1. Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.
2. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.
(bueno, yo me quedo con la primera acepción)
La ansiedad de conocer un nuevo país (esto es Singapur)
Diciembre 2014:
Mañana parto a Uruguay con mi mamá. Específicamente, voy a Montevideo y Punta del Este. Será de esos viajes express, que doy porque no aguanto el encierro en mi oficina; que doy porque había una promoción de pasajes y los compré compulsivamente; que doy porque me ahogo en Santiago y tengo un wanderlust que me grita desde las entrañas.
Invité esta vez a mi mamá como regalo de navidad/cumpleaños porque se lo merece al 100%. Además, después de irme sola a Perú, es algo que le debía hace meses. También creo que un viaje a solas con la mamá es algo justo y necesario, que hay que tratar de hacer algunas veces en la vida.
Es difícil describir la ansiedad que siento ahora, faltando menos de un día para tomar el vuelo. Es como cuando debes dar una gran prueba en la universidad de la que depende si pasas el ramo o no. Se parece también a cuando tienes tu primer día en un nuevo trabajo. Es esa sensación de que nada debiese fallar, mezclada con las ganas de que suceda luego.
¿A quién no le ha pasado?
Estoy segura de que no podré dormir. Me voy a dar vueltas en la cama esperando que suene el reloj. Y cuando muera de sueño no querré que suene el maldito reloj, para poder estar algo descansada antes de viajar. Y después me despertaré agotada por no dormir, me bañaré rápido y ordenaré las últimas cosas, esas que era imposible dejar ordenadas la noche anterior: guardar el pijama, el cargador del celular, no olvidar el cepillo de dientes, etc… Apuraré a mi mamá cuando llegue el transfer (mi mamá nunca, pero nunca, está 100% lista cuando llega el transfer). Me sudarán las manos quizás.
Lo que no puede faltar: el lucky dollar, el boarding pass y los candados para las maletas.
Y aunque he descrito cosas molestas ¡quiero que pasen luego! Quiero acabar con esta ansiedad, o al menos poder manejarla. Es que no paro de pensar en el viajecito. Si anoté bien la dirección del hotel, si distribuí bien la plata, si no se me olvidó habilitar las tarjetas para usarlas en el extranjero… La cabeza me da vueltas y no me concentro en mi trabajo (esto de estar tanto rato frente a un computador me mata mal). Como que me falta el aire, incluso.
No creo que sea para tanto y se me cruza la idea de tomar alguna agüita de hierba relajante para que se me pase esta sensación. Además que no quiero que me den por cargante acá en la ofi, hablando todo el día del mismo tema, considerando que mis compañeros cargarán con el trabajo que no haré por estar afuera. Entonces, pienso que debo llevar más plata para comprar algún recuerdo a mis compañeros, como símbolo de gratitud por cubrirme en mi ausencia, y la ansiedad aumenta ahora, porque no sé si me va a alcanzar la plata, además que si le compro algo a la Dani obvio que deberé comprarle algo al Pancho ¿o no? Maldita sea. Definiré esto cuando esté allá, a ver si encuentro algo bonito, porque me carga regalar cualquier cosa.
¡Nicole: relájate! ¿cómo tan loca? Si es un viajecito express no más. Unas vacaciones cortas y tranquilas con la mamá y nada más, ¿por qué tanto escándalo? Me digo esto a mí misma y trato de concentrarme en el trabajo. Qué horrible último día. Estoy hiperactiva sólo a causa de mi imaginación.
La ansiedad de conocer una nueva religión
Creo, y quizás los viajeros más experimentados podrán responder esta duda, que en algún momento esto se me va a pasar. Cuando ya lleve más de un año viajando continuamente, y me de lata subirme a un avión. Ese «estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo» supongo que se me irá agotando a medida que viajar sea una costumbre y deje de ser algo nuevo.
Sin embargo, hasta el día de hoy, la ansiedad me mata.
