Caer en la tentación (Wanderlust 2.0)
Caer en la tentación: Wanderlust 2.0
(O mejor dicho: «una historia sobre las promociones de las aerolíneas»)
Lucecita del whatsapp tintineadno… 3, 2, 1…
– Hola Nicoooo, ¿cómo estás?
– Holi, bien y tú?
– Ayy, bien, pero quería compartir algo contigo 🙁 … Sufro de wanderlust 🙁
– Noooo, qué terrible… Fuerza Consu!! jaja
– jajaja, estoy con la tontera de viajar.. Cochina LAN y sus cochinas rebajas.. Quiero ir a Galápagos!
– jajajajja… Sí, yo esta semana he estado igual porque LAN bombardea con publicidad de rebajas 🙁 Sudamérica imperdible y la puta madre… ¿Y por qué Galápagos?
– Quería viajar y me dije «qué pro sería ir a algo un poco menos tradicional que Machu Picchu, no míshtico y full naturaleza, y calorcito».. porque por naturaleza voy a mi casa.
– jajjajaja ¡cuánta razón tienes!… ¿Y qué te detiene? ¡Hazlo!
– De lesa, me siento muy impulsiva 🙁
– ¡A veces las cosas impulsivas son las mejores! Si puedes, hazlo ¡no te quedes con las ganas! (y revisa Kayak por si hay pasajes más baratos). Nunca te vas a arrepentir de un viaje, es un impulso con 100% de posibilidades de ser exitoso 😛
– ¡¡Secaaa!! Por esto te conté 🙂
– :$
Esta es una historia real.
Como he dicho en otras entradas, yo no soy ninguna experta en viajes (ni pretendo serlo), pero por alguna razón la gente está empezando a recurrir a mí cuando quieren conversar sobre sus planes viajeros. Y es lindo y me hacen feliz, jaja. En este caso, fue mi amiga Consuelo que me whatsappeó un día porque andaba con un wanderlust terrible y necesitaba mi opinión. Claro, supongo que ella esperaba y sabía mi respuesta: ¡HAZLO!.
Así como existen grupos de apoyo para los alcohólicos, tratamientos para los ansiosos, medicamentos para los depresivos, no estaría mal que existiera ayuda especializada para quienes sufrimos de wanderlust. Alguien que nos dijera con autoridad «calma, te queda toda la vida por delante, puedes viajar en otro momento, ahora tu compromiso es quedarte quieta en tu país». Lamentablemente, es difícil conseguirlo porque ¡¿quién tiene la autoridad para decirte eso?!. Ufff… Al menos conmigo, ni mi mamá, ni mi guía espiritual, ni mi coach personal podrían mirarme a los ojos y decirme que me detenga (es que soy una golondrina, me dijeron una vez, pero eso es para otra entrada).
Y el wanderlust se exacerba con la publicidad de aerolíneas y sus precios promocionales. Pero ahí somos nosotros los culpables que caemos en sus garras, no lo niego. Yo estoy suscrita al menos a 5 aerolíneas diferentes, y a un par de buscadores de vuelos, y de todos me llegan sus newsletter semanales: luminosos, tentadores, con precios irrisorios y fotos maravillosas… y yo soy tan débil. Por suerte (¿suerte?) no soy millonaria, y entonces ni mi cuenta corriente ni mi tarjeta de crédito pueden caer en la tentación. Amén.
¿Y ustedes, han caído?
A parte de la vez anterior (de la foto de arriba en Uruguay 2014) en la que caí a la semana siguiente de haber vuelto pobrísima de mi primer viaje sola por Perú, hace poco me vi caer en la tentación de una «súper promo» en la que terminé comprando pasajes para toda mi familia a Punta Arenas. ES QUE SOY MUY DÉBIL.
Igual fue una grata experiencia, pero me anduve arrepintiendo porque compré apurada sin pensar bien en todos los gastos que se me venían. Al menos me sirvió para controlar el wanderlust que me estaba carcomiendo por dentro después de tantos meses encerrada en el oficina (síiii, tengo claro que es una excusa barata, pero no me jodan, que es la única forma que he encontrado para dejar mi consciencia tranquila).
ACTUALIZACIÓN.
Al final la Consu sí se fue a Galápagos. Pasó su cumpleaños ahí y más encima invitó a su mamá. Aquí pueden ver un post especial donde ella cuenta su historia y nos da tips y consejos para sobrevivir y pasar los días allá.
Ay, CUÁNTO TE ENTIENDO. A mi también me cuesta mucho reprimirme y aguantarme las ganas de viajar, pero a veces no queda más remedio que quedarse en casita y seguir ahorrando. Este post me recuerda a uno que escribí que se llama «cómo sobrellevar la abstinencia viajera», para ayudar a los que tienen un mono terrible de viajar (yo misma!) pero no pueden.
Aunque para qué engañarnos, mejor caer en la tentación pues ¿no se dice que dentro de veinte años nos arrepentiremos más de lo que no hicimos que de lo que sí? 😉
¡Un saludo!
Yo no sé sobrellevar la abstinencia viajera. No me resulta nada 🙁
Y sí, soy de la idea de que es mejor arrepentirme de lo que hago a arrepentirme de lo que dejo de hacer, así que sigamos cayendo en la tentación! jajajja
Saludos!!